Para Ignacio Munyo el «atraso cambiario» es una enfermedad que sufrimos cada 5 años

En el último desayuno de trabajo de CERES, Ignacio Munyo, director ejecutivo de la entidad, sorprendió con un planteo que «cree conveniente que Uruguay abandone la negociación bilateral de un TLC con China». ¿Las razones? Las relaciones comerciales entre ambos países ya son fluidas y se pueden seguir mejorando sin un TLC y que ese potencial acuerdo parece ser la principal molestia con nuestros socios del Mercosur.
A la vez, Munyo sumó un dato relevante: según fuentes europeas, el TLC con China puede afectar negativamente la chance de que se concrete el Acuerdo Mercosur – Unión Europea.
A todo esto, el experto valoró positivamente la solicitud de ingreso de Uruguay al TPP al que calificó como “un acuerdo de comercio moderno”, pero a la vez entiende que “se perdió demasiado tiempo” ya que “podría haberse solicitado hace por los menos un año y medio”.
Con respecto a la situación de nuestro país, Munyo plantea que Uruguay debe profundizar el TIFA que firmó en 2007 con Estados Unidos y seguir bajando barreras a la competitividad.

Con respecto al empleo, hay en Uruguay 400 mil personas en condiciones de alta vulnerabilidad laboral, porque realizan tareas rutinarias y poco sofisticadas, fácilmente automatizables.
Y un dato para graficar esa realidad: Hoy en Uruguay se produce más que previo a la pandemia con menos empleo: la producción industrial es 11% superior y para ello se contrata 4% menos de horas de trabajo.

En diálogo con el programa «Otra Mañana» Munyo se refirió a este y otros temas, como por ejemplo la importancia de la India, las trabas en el acuerdo comercial del Mercosur con la Unión Europa, el precio del dólar y el atraso cambiario.

Otra tema al que se refirió fue al mercado laboral y el problema de la automatización. Según el director de CERES «cada vez hay más puestos de trabajo exigentes, las inversiones que llegan al país buscan estos puestos de trabajo. Y las personas existen y son muchas, nosotros calculamos que son por lo menos 400.000 las que tienen habilidades automatizables y están ocupando puestos de trabajo que a la larga o a la corta van a tender a ir desapareciendo». Entonces, dijo Munyo ¿Qué hacer para ayudar a esas personas que son muchas? Ahí aparece el rol central del Estado y de las políticas sociales que tienen que mejorarse en ese aspecto, tienen que repensarse», indicó.

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