Parlamento incorporará dos Correctores de Estilo para mejorar la «comunicación» de sus textos

La cámara de Diputados se apresta a incorporar a dos correctores de estilo. Estos nuevos funcionarios tendrán la tarea de “Brindar asistencia técnica a las comisiones”, a los legisladores, y las demás áreas de la cámara, en “la revisión y corrección de textos en cuanto a los aspectos gramaticales, de estructura,
forma y estilo”.

El régimen de trabajo de quienes se incorporen finalmente al cargo, será de “dedicación especial y horario sin término” con “de ingreso y egreso variables” y “permanencia a la orden para concurrir a cumplir sus funciones” por lo que recibirán un salario de $75.410 y una compensación adicional equivalente al 58,5 % del sueldo básico mencionado por las características especiales del puesto.
El ahora expresidente de la cámara, Ope Pasquet, justificó esta decisión invocando que se incurrían «con frecuencia” en errores señalados en forma repetida por jueces, abogados, escribanos y jerarcas de la administración. «Nos dicen: no se entiende lo que quisieron poner», expresó el legislador a El
Observador.

En diálogo con el programa «Otra Mañana» Gabriela Basaldúa, presidente de AUCE, Asociación Uruguaya de Correctores de Estilo, dijo «En Uruguay un Corrector de Estilo es un técnico profesional universitario titulado en la UdelaR, cuya carrera se cursa en la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación».

Además, indicó que es una carrera relativamente nueva y que la primera generación egresó en el año 2008. De todas formas sostuvo que Uruguay siempre tuvo «destacados correctores editoriales», y en esos casos el trabajo se llevaba a cabo con muy buenos técnicos que no tenían formación y eran «autodidactas». Recordó que por los años 1970 y 90 se comenzó a expandir la técnica y hubo un grupo de correctores que se interesó en profesionalizar la carrera y se enfocaron en conseguir que Uruguay tuviera certificación terciaria para esa carrera.

Añadió que si bien les llevó un par de años, actualmente esas personas continúan vinculadas a la carrera y son docentes de la tecnicatura. Señaló que en un principio las inscripciones eran de adultos y no con egresados de liceo, como sucede actualmente, sino personas mayores vinculadas al mundo editorial y a la corrección de textos.

«Hoy por hoy, tenemos ingresos en la facultad de jóvenes interesados en hacer de esta, su primera profesión», dijo.

Según dijo Basaldúa la carrera apunta a la «comunicabilidad». «Un texto es comunicación, en la oralidad, tenemos una cantidad de factores que ayudan a la comunicación, la gestualidad, el tono, la posibilidad de hacer consultas, de intercambiar…todo eso en un texto no se encuentra», sostuvo.

Y recalcó «cuando una persona escribe, se tiene que asegurar que ese texto, quien lo recibe (o sea el lector) va a entender exactamente lo que él quiso escribir, y no va a tener la oportunidad de hacer aclaraciones a todos los lectores«.

Consultada acerca del trabajo en el Parlamento, la presidente de AUCE, dijo que es una «novedad» a nivel regional, aunque remarcó que aún no está muy claro como serán los tiempos de trabajo que se dispondrá para el abordaje de los textos. De todos modos reconoció que el trabajo del corrector de estilo es siempre desde el rol de «asesor» y no de injerencia sobre la redacción del texto.

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